martes, 2 de diciembre de 2014
Abres bien la boca
Y de ella brota lo que brota
Cada vez que se abre una boca.
Subes bien los dientes
Y en ellos tironea la garganta
En ellos se vuelcan las lamidas
En ellos, los fumados
Manchados de sarro y lenguaraces
En ellos se notan los tajos
Frugales, hurgados.
Se ciñen tus labios de sangre
Y de ellos ruge el hojaldre
Que ha de seguir hablando
Que ha de seguir subiendo
A crujes, a humazos.
Se inyectan tus ojos de grana
Y baja la neblina al pozo,
Resuellas como resoplas
Solo por abrir la boca
Solo por agriar la madera
Solo por dentar el polvillo.
Y de ella brota lo que brota
Cada vez que se abre una boca.
Subes bien los dientes
Y en ellos tironea la garganta
En ellos se vuelcan las lamidas
En ellos, los fumados
Manchados de sarro y lenguaraces
En ellos se notan los tajos
Frugales, hurgados.
Se ciñen tus labios de sangre
Y de ellos ruge el hojaldre
Que ha de seguir hablando
Que ha de seguir subiendo
A crujes, a humazos.
Se inyectan tus ojos de grana
Y baja la neblina al pozo,
Resuellas como resoplas
Solo por abrir la boca
Solo por agriar la madera
Solo por dentar el polvillo.
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