sábado, 10 de enero de 2015
Como una melena de espuma, bultos heterogéneos e inflexibles que semejan ojos sofocados,
Y una asfixia de muerte arrasadora que no acepta negativas, bailaban,
Mejillas sudorosas por la sed y cánceres con chalecos tupidos de un rosa pasado de moda.
Gritos fieros como timbres suicidas, estrellándose en una pared de desequilibrio, a piruetas y rebotes,
Tacones de aguja que sellan energéticos en rectángulos coloridos de fiebre tornasol.
Látigos de plástico sonoro, como pasta endurecida por fiambre y destellos.
Mujeres cobrizas, sus manos calientes, con uñas tan largas y rojas que marcan pauta de histeria, labios estirados que gritan violencia, y muy acentuados, sesgados y juntos, unos frutos de cabriola dorada.
Se escuchan las copas quebrarse, nervios glamorosos y muslos frenéticos, adrenalina de jóvenes fluorescentes, van sus ojos de vidriera en vidriera, morosos, eléctricos, tercos como si al estirarse dos cartílagos, se escuchara rugir una selva tóxica.
Vientre de la noche, que grita al desnudo un paso adelante; ginebra y hacia atrás dos de locura.
Y una asfixia de muerte arrasadora que no acepta negativas, bailaban,
Mejillas sudorosas por la sed y cánceres con chalecos tupidos de un rosa pasado de moda.
Gritos fieros como timbres suicidas, estrellándose en una pared de desequilibrio, a piruetas y rebotes,
Tacones de aguja que sellan energéticos en rectángulos coloridos de fiebre tornasol.
Látigos de plástico sonoro, como pasta endurecida por fiambre y destellos.
Mujeres cobrizas, sus manos calientes, con uñas tan largas y rojas que marcan pauta de histeria, labios estirados que gritan violencia, y muy acentuados, sesgados y juntos, unos frutos de cabriola dorada.
Se escuchan las copas quebrarse, nervios glamorosos y muslos frenéticos, adrenalina de jóvenes fluorescentes, van sus ojos de vidriera en vidriera, morosos, eléctricos, tercos como si al estirarse dos cartílagos, se escuchara rugir una selva tóxica.
Vientre de la noche, que grita al desnudo un paso adelante; ginebra y hacia atrás dos de locura.
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